22 feb 2012

Expresionismo


Hoy tuve una epifanía…

Soñé que me encontraba en el Louvre, en una exposición de Munch:
“Hoy vengo a exponer lo que me inspira a crear arte. Lo que busco expresar no es un vivo retrato de la realidad, sino reflejar en imágenes la esencia que descansa bajo la realidad aparente, plasmando, por consiguiente, lo que la realidad me hace sentir…”

Me despierto y me pongo a escribir…

De manera general, expresar o “manifestar”, para efectos de este artículo, es una acción que nos permite la demostración y percepción, como contra cara, de un sentimiento con un propósito específico. En el caso de México, un resultado deseado podría ser alcanzar una auténtica democracia, exhortar a la cooperación, incluso reclamar nuestro derecho a la libertad.

Hemos llegado a una etapa donde es cada vez más fuerte el sonido de los pasos del mundo digital en las decisiones a nivel macroeconómico.

El uso de las Redes Sociales, como herramienta para mostrar posturas frente a temas a nivel mundial es lo “in”, gracias a esa propiedad inherente de suprimir las barreras espaciales con su amplio alcance y fácil acceso.

Dicho lo anterior, me permito analizar esta nueva era expresionista en 2 dimensiones:

1. Darwinismo

En Septiembre 2011, en el estado de Veracruz, Javier Duarte, gobernador del estado, prohíbe el uso de Twitter para tocar temas relacionados al Gobierno, tildándolos de “actos terroristas”. En Octubre 2011, en EUA se propone la ley SOPA que contempla la prohibición de diversos aspectos característicos del Internet e intenta asumir un control total de contenidos.

Para las nuevas generaciones, esta libertad de expresión se ha vuelto una necesidad de primer nivel, ya que los límites de la comunicación son imperceptibles, más que inexistentes, y cualquier acción que busque censurar esta necesidad gatilla una represalia.

Las Redes Sociales cenaron SOPA.

Moraleja: “Come o te comerán”

2. Los 3 mosqueteros

OWS (Ocupemos Wall Street) es un movimiento que pretende, a través de manifestaciones frente a grandes instituciones económicas, protestar contra la desigualdad económica y social, contra las altas tasas de desempleo, la corrupción… y denunciar el poder desmedido de la élite financiera y las corporaciones, bajo el slogan “somos parte del 99%”, siendo los más ricos el 1%.

Este movimiento se consagró gracias al uso eficiente de las Redes como señal de humo, donde el llamado fue respondido y el privilegio del uso de muchas voces como una fue utilizado como prometido.

En México, no hemos aún logrado descifrar el correcto modo de operar un ejercicio de protesta masivo. No es solo la falta de apoyo de las instituciones, de organización interna, ni la carencia de autenticidad de los participantes…es la falta de apropiamiento tras no unirnos por el bien común, y dejarnos llevar en sentidos opuestos por nuestras diferencias.

Moraleja: “Uno para todos y todos para uno”

En ambos casos, es esta necesidad del mantenimiento de un supuesto “orden público” el que incita a los gobiernos a plantear acciones correctivas. Mostrar la inestabilidad de su status quo a través de las Redes no debería ser tomado como amenaza, sino como indicio de mejora tras la aceptación de la existencia de un área de oportunidad y el voto de confianza en las autoridades para su resolución.

La participación ciudadana y la continua sed de información como precursores de una sociedad saludable, demuestra interés y entendimiento del escenario político, económico y social en México, donde la corrupción es como una Estela de Luz y manifestarse es un medio justificado hacia un final, si no feliz, irreprochable.

Nuestra tarea: Expresarnos con responsabilidad.